Destinos - 17/11/2021
El corazón de la Dordoña
Sarlat-la-Canéda, Les Eyzies, Lascaux, La Roque-Gageac, Domme… tantos nombres mundialmente conocidos y todos ellos situados en una micro región: el Périgord Noir.
Negro, no por la supuesta negrura de su tierra hospitalaria, sino por los densos bosques de robles y el color oscuro de los tejados de pizarra y, más colorido, de los escarpados acantilados. No hay camino o senda que no revele un mirador o un lugar de interés. El Périgord Noir concentra un gran número de lugares para visitar en la Dordoña. Pocas veces se ha visto tal división entre los placeres culinarios y tal densidad de patrimonio.
Empezando por Sarlat-la-Canéda, su capital, una magnífica ciudad medieval. En el corazón del casco antiguo esperamos ver al Cyrano de Bergerac o a actores de películas de capa y espada en medio de edificios renacentistas o del siglo XVIII. El casco antiguo de Sarlat, con sus casas burguesas, es testigo de la época dorada de la ciudad.
Pero no lo desvelemos todo, vayamos a descubrirlo.
Después, tendrá que elegir entre empezar por las cuevas prehistóricas de los Vézères o los castillos del valle de la Dordogne, sin olvidar el kayak, los globos aerostáticos, los jardines y las bastidas. Hay tantos lugares que visitar que no sabemos dónde ir.
Los yacimientos prehistóricos del valle de Vézères están inscritos en el patrimonio mundial de la UNESCO. Conocida como la Capilla Sixtina del arte prehistórico, Lascaux es una visita obligada en el Périgord Noir. Con sus representaciones policromadas de animales y escenas de caza creadas hace 20.000 años.
Otras cuevas o yacimientos prehistóricos se encuentran en los alrededores de Les Eyzies, la capital del arte prehistórico. La precisión, la riqueza de los colores y los movimientos nos dan la impresión de estar mirando por encima del hombro del artista. Se nos acabó el tiempo. Una experiencia increíble que no debe perderse.
Luego volvemos a la superficie y nos detenemos en Domme, una bastida encaramada a su acantilado, y en La Roque-Gageac, un pueblo también encaramado a su acantilado. El panorama desde estos dos lugares es fantástico. Es necesario un día entero para pasear por cada uno de estos lugares.
Y sólo estoy sobrevolando la región, no te he hablado de las fortalezas de Castelnaud y Beynac, de los jardines de Marqueyssac… Así que llévate un buen guía porque puedes perderte algunos tesoros.
Y ahora es el momento de la aventura, de descubrir el Périgord.
¡¡¡Buen viaje...!!!